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martes, 14 de abril de 2020

adhesion de nuevos terrenos al Tossal de Manises






EL AYUNTAMIENTO DE ALICANTE CEDE CASI 22.000 METROS CUADRADOS EN EL TOSSAL DE MANISES PARA AMPLIAR EL YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO DE LUCENTUM


Publicado por Redacción LoBlanc.info | 22 May 2019


El Ayuntamiento de Alicante potencia el patrimonio arqueológico de la ciudad con la aprobación mañana en Junta de Gobierno de la cesión de 21.969 metros cuadrados en dos parcelas del Tossal de Manises a la Diputación de Alicante para ampliar el yacimiento arqueológico Lucentum, facilitando su flujo de visitantes y el control de seguridad del mismo.

Además, esta cesión es beneficiosa para el patrimonio arqueológico de la ciudad puesto que permitirá realizar las prospecciones oportunas en una zona donde se considera que pueden existir vestigios de necrópolis, construcciones domésticas e industriales, así como mantener el conjunto como un parque urbano de alto valor, con beneficio directo para los vecinos de la Albufereta y el reto de los alicantinos.

Una de las parcelas que ahora se ceden, calificada como zona verde pública, circunda el Tossal de Manises por los costados Norte y Este y cuenta con 19.010 metros cuadrados, y tiene un valor catastral de 1.042.326,46 euros.

La otra parcela, de 2.959 metros cuadrados, es parte de un viario en una parcela de más de 33.485 metros cuadrados de la que habrá que segregarla, y que configura una franja lateral a la avenida de la Colonia Romana en su intersección con la calle Zeus.

El yacimiento de Lucentum se encuentra ubicado en parcelas cedidas por el Estado a la Diputación en 2017. Las dos parcelas que ahora se ceden limitan con la valla que fue levantada en 1973 por el entonces Ministerio de Educación y Ciencia y que es un elemento artificial que engloba parte de la ciudad romana, que se extiende más allá de ésta, y donde se considera que pueden existir vestigios de necrópolis, construcciones domésticas e industriales.

La Diputación promovería las actuaciones pertinentes para exhumar los vestigios antiguos, aplicando la metodología de conservación, musealización e información que se aplica en el yacimiento arqueológico desde hace ya 20 años y que han hecho de él uno de los más importantes de España.

A esto se le puede sumar el hecho de que añadir casi la mitad del terreno al yacimiento actualmente vallado permitirá su mayor dignificación, ya que el área cercada podría separarse de los vestigios exhumados proporcionando una imagen más ajustada de la configuración topográfica del espacio habitado en las anteriores épocas históricas. Asimismo, permitiría facilitar el flujo de visitantes al yacimiento y el control de seguridad del mismo, ya que se añade una apreciable franja de terreno para prevenir potenciales agresiones al Bien de Interés Común (BIC).

Otro de los compromisos es que la Diputación también cuidará de la masa vegetal y los senderos existentes en al parcela para que pueda seguir siendo disfrutado por la sociedad, convirtiéndose en un parque urbano de altísimo valor para la barriada de la Albufereta.

Esta cesión gratuita de suelo se enmarca dentro del principio de colaboración interadministrativa, y se considera mutación demanial. Dada la calificación de estas parcelas como dotación pública, carecen de valor lucrativo.

La Junta de Gobierno acordó el martes 21 de mayo la cesión de estas dos parcelas, con la licencia de segregación para la porción del viario que se cede, siendo la Diputación la encargada de regularizar registral y catastralmente la situación de las parcelas cedidas.




miércoles, 8 de abril de 2020

El declive de la ciudad de Lucentum



Lucentum a comienzos del s.I d.C se le otorgó el estatuto municipal; sin embargo, el esplendor del municipio fue bastante pasajero, ya que los primeros signos de decadencia no tardaron en llegar, a finales del siglo primero, siendo finalmente abandonado en el transcurso del siglo II.

Entre las causas que provocaron el prematuro abandono del municipio de Lucentun,la opinión más extendida es la colmatación del espacio portuario, provocado por un relleno de su cuenca sedimentaria con materiales detríticos arrastrados y depositados por el agua. Ello conllevó una inutilización del embarcadero de la ciudad que daba asistencia y cobertura a los barcos comerciales que fondeaban en las tranquilas aguas de la bahía de la actual Albufereta. Esta situación derivó en una clara desventaja comercial frente a la vecina y competidora Illice. Esta inesperada colmatación supuso asimismo una situación de extrema insalubridad y unas condiciones higiénicas nocivas para toda la población limítrofe, siendo estas condiciones perfectas para la aparición de plagas, infecciones y enfermedades.

Según los restos arqueológicos que se han hallado en Lucentum, parece evidente su declive y decadencia, como lo atestigua la falta de mantenimiento de su sistema de saneamiento en dicho periodo (Olcina y Ramón, 2000: 413-422; Olcina y Pérez, 2003: 110-113). Dicho periodo está comprendido entre la segunda mitad del siglo II y el primer cuarto/tercio del siglo III d.C. Durante esta etapa se incrementarán el uso de vertederos y se multiplican los derrumbes que, ocasionalmente, comportan la pérdida puntual de contorno del foro.

De igual modo, buena parte de las villas situadas en las proximidades de Lucentum se verán abandonadas a finales del siglo II y comienzos del siglo III d.C.. Sorprendentemente se aprecia que los espacios que ocupaban dichas villas, se ven reducidas para ser usadas como necrópolis.

La decadencia de Lucentum no fue, cronológicamente, un hecho aislado, como así lo demuestran ciudades portuarias como Cartago Nova y Ampurias entre otras ciudades las cuales acusan, al parecer, la degradación de sus espacios más representativos, como foros y edificios de espectáculos, a la vez que comienza a descuidarse el mantenimiento de cloacas y vías urbanas.

Por lo tanto, Lucentum se convierte en un yacimiento modelo para reflexionar sobre las causas que llevaron a un buen número de ciudades hispanas al fracaso de forma prematura, en el transcurso de mediados del s.II a los comienzos del s.III d.C..

Un hecho llamativo y contrastado que abarcó también a toda la cuenca del Mediterráneo , fue la aparición a finales del siglo II d. C. de la llamada peste Antoniana que afectó a todo el Imperio Romano y cuyas proporciones geográficas y humanas nunca antes habían sido vistas en la historia de la humanidad. La llamada peste Antonina constituye una de las coyunturas más relevantes para el devenir del mundo clásico. La peste Antonina fue la primera peste que afectó globalmente al mundo occidental. Perturbó a todas las dimensiones de vida del género humano en el Imperio Romano tales como la economía, la política, la religión y la cultura. La literatura especializada ha estimado que en promedio la peste Antonina debió tener una mortalidad de 7 a 10% de la población imperial, es decir, habrían muerto en el Imperio Romano entre unos tres millones y medio a cinco millones de personas producto de la epidemia. Las cifras para el caso del ejército y las ciudades se estiman ligeramente superiores en torno a 13-15% de mortalidad debido a los grados de concentración y la falta de sistemas higiénicos.


¿Cuáles fueron los principales factores del declive tan pronunciados en la ciudad de Lucentum?

¿Fue realmente un hecho aislado, o se trataría de una principal causa, cuyo denominador común fuese la condición de tener una vía portuaria?

¿Nos podemos referir a la peste como un carácter global? sentido la desenvoltura de movimientos y los contactos de los diferentes grupos culturales quienes facilitó su rápida difusión.


Referencias bibliográficas

QUEVEDO, A.; RAMALLO, S.F. (2015): “La dinámica evolutiva de Carthago Nova entre los siglos II y III”, en BRASSOUS, L.; QUEVEDO, A. (eds.) (2015), Urbanisme civique en temps de crise. Les espaces publics d’Hispanie et de l’Occident romain entre le IIe et le IVe siècle, Madrid, pp. 161-177.

OLCINA, M.; PÉREZ JIMÉNEZ, R. (1998): La ciudad ibero-romana de Lucentum (El Tossal de Manises, Alicante). Introducción a la investigación del yacimiento arqueológico y su recuperación como espacio público, Alicante.

Gibbon A. The decline and fall of the Roman Empire. Wordsworth Editions, 1th Edition, Hearthfordshire 1998.

EGEA, A. (2002): “Características principales del sistema de captación, abastecimiento, distribución y evacuación de agua de Carthago Nova”, Empúries 53, pp. 13-28.





domingo, 6 de octubre de 2019

Hallan el acceso a la primera ciudad construida en el Tossal


Noticia del Diario Información
Cristina Martinez 06.09.2019 |


El camino, de 1,50 metros de ancho, daba entrada al asentamiento cartaginés que se fundó en Alicante en el siglo III a. C. - Cuando los romanos crearon Lucentum lo rodearon con su muralla respetando el trazado curvo

Manuel Olcina, junto a Antonio Guilabert, señala el camino de acceso a la primera ciudad que se levantó en este espacio. pilar cortés

En el s. III a.C, los cartagineses encontraron en el Tossal de Manises el espacio que necesitaban para asentarse. Esa fue la primera ciudad que se construyó en esta zona de Alicante, conquistada a golpe de catapulta por los romanos en el año 209 a. C. La mayoría de los vestigios púnicos se encuentran bajo tierra como apoyo de la que luego fue la ciudad de Lucentum. Pero las excavaciones realizadas desde el MARQ en agosto en este yacimiento han sacado a la luz el camino de acceso a ese primer asentamiento cartaginés.

«Está tallado en la roca con un trazado curvo, que conducía a la puerta principal de la ciudad», apunta Manuel Olcina, director del MARQ y de esta campaña de excavaciones, junto a Antonio Guilabert y Eva Tendero. El camino, de entre 1,20 y 1,50 de ancho, deja ver las marcas de los carros que accedían a la ciudad por la puerta principal. «Sabemos donde está esa puerta, pero no está excavada aún; se encuentra en el cruce entre este camino que hemos encontrado y la otra calle principal cartaginesa, que se encuentra debajo del foro. Ahí estará la puerta».

Este hallazgo lleva a comprender por qué la ciudad romana presentaba un tramo curvo de muralla. «Cuando los romanos se instalan aquí, crean una especie de fortín militar con una puerta enorme dotada de sistemas de defensa y lo que hacen es que, en vez de construir la muralla encima del camino cartaginés, lo rodean con su forma original y lo meten en el recinto amurallado de la ciudad».

Lo que perseguían, destaca Olcina, es fortalecer su defensa, al crear un espacio abierto entre la puerta romana, la puerta cartaginesa y las murallas. «Era un especie de ratonera». El arqueólogo afirma que con este hallazgo se confirman sus hipótesis. «Sospechábamos que el camino estaba aquí porque encontramos huellas y al bajar hasta la roca ha aparecido el trazado original, sobre el que luego los romanos pavimentan, aunque manteniendo la curva».

El arqueólogo Antonio Guilabert, del Área de Colecciones y Excavaciones de la Fundación MARQ, destaca que con estos trabajos «hemos podido encadenar los caminos de acceso a la ciudad desde el siglo III a.C. al siglo III d. C., que es cuando la ciudad se abandona y empiezan a expoliar sus restos. «El camino cartaginés está tallado en la roca y conforme se va usando, hemos detectado que los romanos van elevando el camino aportando tierra y se va desplazando».

Para Olcina, lo «fascinante» es que la calle principal de la ciudad ya existía cuando la zona era un campo, antes de acoger el asentamiento cartaginés. «Lo que era un camino de montaña, lo aprovecharon los cartagineses como calle principal al hacer la ciudad, con unos 5,80 metros de ancho, y trazaron otra perpendicular que está debajo del foro».

El próximo año, los trabajos se centrarán en la musealización de este camino excavado, aunque no descartan que puedan realizarse las primeras incursiones en la puerta de la ciudad cartaginesa. «Para eso se necesita mucho trabajo y financiación».

En este sentido, la diputada de Cultura, Julia Parra, mostró su satisfacción por los trabajos realizados. «Estamos satisfechos de que la Diputación siga investigando este yacimiento, uno de los más importantes y bonitos de España. Seguiremos apoyando que continúen las investigaciones que se han emprendido en este centro de conocimiento y recuperación de nuestra historia». Y considera el hallazgo del acceso algo «de lo que estamos muy orgullosos; sin ninguna duda este es un centro ejemplar».




https://videos-cdn.diarioinformacion.com/multimedia/videos/2019/09/03/182698/ultimos-trabajos-lucentum-descubren-puerta-entrada-ciudad-1_m.mp4


domingo, 7 de abril de 2019

La Albufereta, un tesoro sumergido



Interesante noticia publicada por el Diario Información, sobre la gran cantidad de hallazgos descubiertos en el fondo marino de la bahía de la Albufereta, los cuales dan una visión sobre todo el contexto arqueológico que la rodea.
Noticia de Cristina Martínez , fechada el 31 de octubre del 2016. 

Los hallazgos de la última prospección del MARQ en el antiguo fondeadero de Lucentum llevan a los arqueólogos a pedir la declaración de BIC

La distinción le convertiría en el primer yacimiento subacuático de la Comunidad Valenciana con esta protección.

Fue el puerto comercial más importante de la antigüedad precedido por Dénia y hoy, después de tres campañas de prospecciones arqueológicas, se ha completa su historia, una historia que recorre 1.500 años de tráfico comercial, sobre todo con Italia y el norte de África. El fondeadero antiguo de Lucentum, lo que ahora es la Albufereta de Alicante, ha dado más de un millar de piezas a los arqueólogos, que de la mano del MARQ, acaban de cerrar el círculo al realizar la última prospección que acabó a mediados de octubre y documentar con los restos encontrados la historia completa de esos fondos marinos y por tanto del exterior, la primera zona de poblamiento de Alicante.

El volumen de comercio que se estableció entre los siglos IV antes de Cristo y el X de la nueva era, los vestigios encontrados y la historia reconstruida a través de ellos ha llevado a los directores de esta campaña, los arqueólogos Rafael Azuar y Omar Inglese, a elevar al MARQ la necesidad de que gestione ante la Conselleria de Cultura el reconocimiento de la zona como Bien de Interés Cultural.

Esta declaración, de producirse, convertiría al fondeadero de la Albufereta de Alicante en el primer BIC subacuático de la Comunidad Valenciana, ya que aunque este título lo tiene el pecio Bou Ferrer encontrado en aguas de Villajoyosa, el reconocimiento es a los restos del barco no a todo el área. «Este fondo ha sufrido numerosas agresiones y su declaración como BIC no impediría hacer deportes acuáticos, pero sí determinadas actuaciones, como el colector o como las obras para Puertoamor que ganaron terreno al mar y que ahora deben desmontarse», asegura Azuar, director de Colecciones del MARQ. Precisamente justo en ese punto «por los datos que tenemos debe haber más pecios hundidos», además del Albufereta I encontrado hace años.

Para realizar este trámite, hay que elaborar un informe, «para la que creo que hay suficientes datos que justifican su declaración como BIC; las pruebas son evidentes y tiene una potencia enorme como yacimiento arqueológico». En su opinión, «es un conjunto excepcional de patrimonio y no se entiende cómo nunca se había hecho nada en esta zona para investigar y estudiarlo». En este sentido, Omar Inglese apunta que «cuando se construyó el emisario y se descubrió el pecio se hicieron sondeos, pero siempre unido a la obra pública».

Materiales más antiguos
En esta última campaña realizada desde el MARQ en unas 700 hectáreas, han aparecido materiales «un poco más antiguos», con los que se ha podido completar la secuencia que se tenía hasta el momento. «Lo más antiguo es del siglo IV a. C. con materiales que proceden de la zona del sur de Italia, con material ampuritano y de Ibiza, que corresponde a los primeros contactos comerciales marítimos de la zona con los puertos del Mediterráneo occidental. Cuando empieza la colonización romana lo primero que encontramos son vasijas de vino que vienen de Roma para abastecer a las colonias del impero que se está expandiendo». Rafael Azuar destaca que «luego en la época del pleno imperio, la dinámica comercial cambia y son las provincias las que abastecen a Roma, por eso encontramos muchos restos de aceite de la Bética y a partir de la crisis del siglo II cambia esa dinámica y todo va centralizado a Roma; ahí empiezan los primeros contactos con el norte de África».

«Lo último que hemos encontrado es del siglo X, que coincide con la época de la necrópolis islámica del Tossal», apunta Azuar. A partir del siglo X, el poblamiento se abandona y finaliza la actividad comercial ahí, desplazándose al puerto de Alicante. «Es interesante precisamente –afirma Inglese– porque en todos los puertos aparece desde un ánfora romana a algo actual, pero aquí se queda como sellado, se abandona totalmente».

La posibilidad de encontrar más barcos es grande, según Azuar. «La potencia de este gran fondeadero permite pensar que debe haber otros hundidos».

Las últimas prospecciones han contado con seis arqueólogos subacuáticos voluntarios de la Universidad de Alicante y de la de Valencia (Alicia Reig, Andrea Sanz, Juan Martínez y Laura Pérez), además de los fotógrafos José Antonio Moya y Carlos de Juan del Taller de Imagen de la UA.

lunes, 1 de abril de 2019

El Yacimiento tardorromano de Lucentum ( Benalua-Alicante): Las cerámicas finas


Publicado en 1987 por Paul Reynolds del Instituto de arqueología  Londres, el cual realiza un estudio centrado en los hallazgos de las excavaciones realizadas por el Dr. D. Enrique Llobregat Conesa en 1971, en un vertedero tardorromano en el desaparecido Barranco de San Blas, en la actual Avd. de Oscar Espla.

En sus conclusiones matiza, en la falta de un estudio mas profundo y amplio de las excavaciones realizadas en 1971, ya que considera:  El vertedero no hay que tratarlo como en un contesto arqueológico cerrado. En dicho trabajo profundiza en el estudio de las cerámicas halladas en las excavaciones de 1971 depositadas en los fondos del Museo Arqueológico e Alicante, y en las que arroja una cronología de finales del s. V a comienzos del s. VI d. C. 





miércoles, 27 de marzo de 2019

Oinochoe con dos jinetes



Oinochoe ibérico incompleto hallado en 1994 en la zona oriental del amurallamiento de la urbe. La decoración presenta como motivos central la representación de dos jinetes enfrentados, distanciados por la figura de una hoja de hiedra. Los dos jinetes sostienen con una mano las riendas del caballo y con la otra elevan por encima de sus cabezas sendas lanzas, sosteniéndolas por su parte más distal.

Según sus investigadores se cree que aunque pueda parecer a primera vista una representación bélica entre dos jinetes, lo más probable es que tenga relación con un acto ritual, ya que carece de elementos y actitudes por ambos jinetes de una acción hostil, como va siendo común en este tipo de escenas, muy próximos al estilo Sant Miquel de Lliria. Por lo que pudiera datarse de finales del s. III a.C. .


Se encuentra expuesta en el Marq de Alicante.


viernes, 25 de enero de 2019

El Estado cede la propiedad de Lucentum a la Diputación


Con dicho título, el Diario Información publico el pasado 1 de mayo de 2017 tan sorprendente y grata noticia.

Noticia realizada por Cristina Martinez .

La institución provincial, encargada de la gestión, mantenimiento y trabajos en el yacimiento arqueológico, ha aprobado por unanimidad aceptar la titularidad del enclave

Desde los años 30 del siglo pasado lleva la Diputación de Alicante realizando excavaciones en el yacimiento del Tossal de Manises. El tiempo pasa, la tecnología evoluciona y en todos estos años han sido muchas las fases de investigación, las campañas realizadas y las horas de trabajo para conseguir su musealización y hacerlo visitable. Lucentum se ha convertido por derecho propio en uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de la Comunidad Valenciana y una de las pocas ciudades romanas conocidas con profundidad. Pero todo ello se hacía desde el paraguas del Estado que ostentaba su propiedad.

Tras varios años de gestiones y requisitos burocráticos, el yacimiento de Lucentum, declarado Monumento Histórico-Artístico en 1961, ha pasado hoy a manos de la Diputación, después de que Patrimonio del Estado diera luz verde a la cesión gratuita de la propiedad a la institución provincial, que hoy ha aprobado por unanimidad en el pleno la aceptación de esta resolución, que ya fue aprobada la pasada semana en la Comisión de Cultura.

«La situación no cambiará en nuestra manera de funcionar en el yacimiento -asegura el diputado de Cultura, César Augusto Asencio-; no supone un desembolso presupuestario más, no tiene ningún efecto económico ni fiscal, se trata de que ahora tendremos la autogestión total y el prurito de que el yacimiento es nuestro».

Y es que es la Diputación la que se ha encargado de sus excavaciones, su mantenimiento, su recuperación, su musealización y sus campañas arqueológicas, sobre todo desde los años 90, con el trámite burocrático que suponía tener que solicitar para cualquier actuación los permisos pertinentes al Estado. «Había que pedir autorización para todo, para hacer obras, para cualquier trabajo o actividad que hiciéramos ahí y ahora las decisiones serán nuestras».

Esta cesión de propiedad no es habitual en el ámbito patrimonial, por lo que es una gran noticia para Alicante. Sobre todo, en un caso como el de Lucentum en el que el coste para Patrimonio era cero y que, además, se encuentra en un estado de conservación y mantenimiento excepcional. «No es muy habitual que el Estado se desprenda de un patrimonio así, pero la Diputación lleva trabajando allí desde los años 30, con una trayectoria muy potente y lo lógico era que el desenlace fuera este», afirma Asencio.

El proceso ha sido largo e intenso, en el que el último escalón se ha centrado en una labor registral sobre los títulos de inscripción del yacimiento. Una vez solucionado ese escollo se aprobó esta cesión, que tiene como único requisito el que la Diputación no puede enajenar la propiedad a un tercero.

Por su parte, la institución provincial ha aceptado con la condición de que se resuelva la concreción de la superficie de este espacio, ya que no coincide la que se recoge en los títulos de propiedad con la de los registros catastrales. «Habrá que hacer un expediente para adecuar estos dos términos», destaca el diputado sobre la superficie del yacimiento, estimada en unos 25.000 metros cuadrados.

Una vez que se ha aprobado la aceptación de la cesión en el pleno de hoy, habrá que esperar a la firma del acuerdo con el Ministerio de Hacienda, todavía sin fecha, y posteriormente el yacimiento de Lucentum se registrará en el inventario de bienes de la Diputación Provincial.

Los orígenes de la ciudad de Lucentum se remontan a finales del siglo V o inicios del siglo IV antes de Cristo, aunque poco se conoce de esta primera fase de ocupación. El panorama cambia en el último tercio del siglo III antes de Cristo, fecha de la que data la construcción de una potente fortificación que rodea por completo el yacimiento. Fue en esa época romana cuando se le dio el nombre de Lucentum, ciudad que mantuvo su actividad urbana y comercial hasta el siglo II después de Cristo, momento en el que se inicia un periodo de decadencia que culminará con el abandono definitivo y su desaparición en el siglo III después de Cristo. Tras un nuevo período de ocupación esporádica, se utilizó como espacio funerario, entre los siglos VIII y X después de Cristo.

martes, 1 de enero de 2019

Las aventuras de Marco Popilio Onix







Sobre estas lineas podemos observar una reproducción que se encuentra en el Marq, se trata de una inscripción honorifica hallada en Lucentum a mediados del siglo XVIII, la cual hace referencia a la construcción de un templo sufragado por Marco Popilio Onix. La inscripción original se halla en la actualidad en el Museo de Bellas Artes San Pio V de Valencia.

Texto:

M(arco) Valerio Solania no Severo Mure nae f(ilio) Mag(istro), M(arcus) Popillius Onyxs 5 IHIII(vir) Aug(ustalis) templum d(e) s(ua) p(ecunia) d(edit) i(dem)q(ue) p(robavit).


Traducción e interpretación:

A Marcus Valerius Solanianus Severus, hijo de Murena, Magister; Marcus Popillius Onyxs, sevir Augustal, construyó a su costa el templo y, además, dio su aprobación. Sobre el dedicante, vid. La presencia de la filiación de M. Valerius Solanianus induce a pensar más en una dedicación que en una indicación cronológica en forma de ablativo absoluto. Podría referirse el texto al templo de Juno citado en la inscripción. Tanto la función de magister como la presencia de seviri Augustales prueban la existencia de un culto imperial organizado y, por consiguiente, evidencian la existencia de una organización municipal en Lucentum.

Lectura realizada por Antonio Valcarcel


La primera referencia escrita la encontramos en "Lucentum oy la ciudad de Alicante en el Reyno de Valencia" 1780, en donde su autor el Conde de Lumiares, escribe:

"La sexta inscripción que existe, sacada de las ruinas de Lucentum. Esta inscripción, que he leído varias veces, esta colocada en la Heredad de Don Francisco Bojoni, sobre la portada de una bodega, cuya heredad esta contigua al sitio de las antigüedades referidas. Es de piedra tosca sin bruñir..."



Heredad de Francisco Bojoni años 90. No existe en la actualidad

Manuscrito de 1748, sobre los lindes de la heredad de Francisco Bojoni




Manuscrito:


1748 Alicante documento manuscrito sellado fiscal con 2 sellos par los despachos de oficio de 4 maravedís. Francisco Bojoni y Forner, hijo de Ignacio Bojoni y Scorcia posee tierra plantada de viña en el pago de la Condomina se indican linderos. Tiene censo perpetuo de Luismo y Fadiga en favor del Real Colegio de la Compañía de Jesús.


Todo parece indicar que la inscripción hallada en las ruinas del Tossal de Manises a mediados del siglo XVIII y posteriormente fue trasladada a la finca de Francisco Bojoni muy próxima a las ruinas y colocada a modo de decoración sobre la entrada a la bodega de la misma finca. Esta acción de decorar viviendas o propiedades con objetos antiguos, especialmente inscripciones de cualquier etapa anterior simboliza especialmente una de las características del pensamiento ilustrado plasmado a nivel arquitectónico a mediados y finales del siglo XVIII.


Años después, la circunstancia o circunstancias que hicieron que la inscripción acabase aumentando los fondos del Museo San Pio V de Valencia sigue siendo un misterio. Aunque es sabido que un gran número de obras y objetos de calidad fueron donados por la generosa iniciativa de un nutrido numero de particulares, a lo largo de la historia del Museo. Por otra parte la colección del Museo de Bellas Artes está esencialmente integrada por un importante número de obras que provienen de la Desamortización de 1837, por tanto, obras existentes en edificios propiedad de la Iglesia, otras pertenecientes a las colecciones que llegó a reunir la Real Academia de San Carlos desde 1768 y de allí pasaran a formar parte de la colección del Museo San Pio V.

Inscripción original en el Museo de Bellas Artes San Pio V Valencia

Museo de Bellas Artes de Valencia San Pio V


 Fuentes consultadas:

Textos para la historia de Alicante. Edad Antigua, Lorenzo Abad y J.M. Abascal.

Lectura arqueologica de los espacios publicos y privados en la arquitectura residencial de la huerta alicantina en el siglo XIX. Maria Teresa Riquelme Quiñonero.

Lucentum oy la ciudad de Alicante en le reyno de Valencia. Antonio Varcarcel Pio de Saboya.

Grandes Museos. Edicion 2009, Museo de Bellas Artes de Valencia, San Pio V, pag. 112.

Notas biograficas sobre Antonio Valcarcel Conde de Lumiares, Manuel Olcina Domenech.

P.D. : 
Si alguien tiene la idea de ir a visitar el Museo San Pio V de Valencia para ver dicha inscripción, que no haga el viaje en balde, ya que el pasado día 23 de marzo 2019 quise verla y me fue totalmente imposible ya que segun los operarios del Museo se encuentra retirada de la exposición y almacenada en los depósitos del Museo. 
A mi entender, toda una injusticia!!!











domingo, 23 de diciembre de 2018

La artillería de Lucentum





Con este sugerente titulo el Diario Información, fechado el pasado 12 octubre, daba a conocer los resultados de las nuevas investigaciones resultantes, sobre el ataque bélico que aconteció tras las murallas del Tossal de Manises al inicio de la Segunda Guerra Púnica.


Noticia de Cristina Martinez.

El MARQ guarda entre sus fondos 56 proyectiles de catapulta, de entre 3 y 10 kilos, utilizados en principio durante la II Guerra Púnica por los cartagineses para defender el Tossal de Manises de los ataques romanos

Es un fondo casi único en la Comunidad.

«A uno de los hombres que se hallaban en la muralla detrás de Josefo le arrancó la cabeza de una piedra, y su cráneo salió disparado, como desde una honda, a una distancia de tres estadios (550 m.). Así de poderosa era la fuerza de aquellas catapultas. Más alarmantes que las propias máquinas eran los zumbidos de sus disparos, más terribles que las máquinas eran sus impactos». Esta descripción de Flavio Josefo sobre el poder de los proyectiles de las catapultas romanas en la guerra judeo-romana, en el primer siglo después de Cristo, sirve como referencia para entender la fuerza de estas armas y su munición que se utilizaron durante la II Guerra Púnica en el Tossal de Manises, donde se localiza la antigua ciudad de Alicante.

Los cartagineses crearon una ciudad defensiva en previsión de un posible ataque romano. Y así fue. Por eso, los trabajos realizados en el yacimiento de la Albufereta desde los años 30, encabezados por Figueras Pacheco, hasta la actualidad, con el respaldo del MARQ, han dotado a este centro de un fondo de 56 proyectiles de catapulta, lo que convierten este yacimiento en algo casi único en la Comunidad Valenciana, ya que solo en Sagunto han aparecido elementos similares, según el director del museo alicantino, Manuel Olcina.



                                                                    Manuel Olcina. Diario Información


«Ya en los años 30, cuando Figueras Pacheco recorría el yacimiento, decía que por las laderas se encontraban piedras de catapulta y nosotros hemos encontrado más», circunstancia que es «una característica singular de este yacimiento», apunta.

Las 56 balas tienen un peso que oscila entre los 3 y 10 kilos, y también varía el tipo de piedra utilizada para su creación. Hasta ahí , todo claro. La incógnita a despejar era de qué época son. «Sabemos que en la época de la ciudad bárcida fundada por los cartagineses había catapultas y proyectiles de catapulta porque las torres de la muralla están diseñadas para emplazar estas lanzaderas y porque resulta que encontramos en una excavación en el nivel de destrucción de la ciudad cartaginesa unos proyectiles de piedra volcánica, en total 17».

¿Que tiene de particular este hallazgo? Pues que este tipo de piedra negra, andesita, mucho más dura y distinta a las usadas para las otras que son calcarenitas o calizas, se encuentra en las canteras de Cartagena.

«Sabemos por las fuentes clásicas que Cartagena tenía un gran arsenal de catapultas impresionantes y por tanto de munición, de lo que se apodera Escipión cuando los romanos conquistan la ciudad; entonces la munición que estaba almacenada en Cartagena la distribuye por las ciudades púnicas que dependen de ella, como el Tossal de Manises», explica el director del MARQ.

A ello se une un detalle más técnico. Había que calcular si esos proyectiles correspondían a un tamaño de catapulta que cupiese en las torres de la muralla de la ciudad donde se ubicaban como defensa. Y el resultado fue afirmativo. «Hay una serie de fórmulas matemáticas para calcular el tamaño de la catapulta a partir de la munición y efectivamente cabían en las torres que se construyeron en la ciudad».

Ataque romano

En este sentido, el arqueólogo destaca que eso indica «que las murallas de Lucentum se diseñaron para repeler un ataque futuro de los romanos, no de los íberos, porque los íberos no tenían artillería, no tenía sentido ese despliegue por los íberos». Como ejemplo, «es como si preguntas por qué en Canadá existían los fuertes artillados, ¿para defenderse de los indios? Pues no, se construyeron así para defenderse de los franceses o de los ingleses que iban con las flotas para atacar».

El hecho de que la ciudad estuviese protegida «habla muy bien del avance de las fortificaciones del Tossal en su tiempo porque demuestra que estaban preparados para repeler ataques de una potencia tan fuerte como la suya».

Olcina asegura que estos proyectiles, no obstante, corresponden a dos momentos: en la II Guerra Púnica, cuando los romanos empiezan la conquista de los cartagineses en diferentes ciudades y después, en el siglo I antes de Cristo, durante las guerras civiles romanas porque Lucentum es una instalación militar.

Entre todos estos proyectiles destaca uno por su tamaño. Nada menos que 41 kilos, un peso que hace descartar que sea de época antigua. «Una catapulta para lanzar una piedra así tendría que ser un monstruo, según nuestros cálculos tendría que medir 8 o 9 metros de largo y unos 5 de alto». Las hipótesis entonces apunta a que se trata de munición de los berberiscos, porque hay testimonios de que desembarcaron en la Albufereta. «Hay un cronista que asegura que los berberiscos emplazaron un cañón pedrero en la cima del Tossal para bombardear la huerta; ese calibre sí que podría ser de una bombarda».

Catapultas

Cartagineses y romanos utilizaban las mismas catapultas. No eran invención ni de los unos ni de los otros. Pura ingeniería helenística. «Los griegos lo inventan y lo transmiten a los cartagineses y a los romanos», dice Olcina, que no puede evitar un apunte. «Hay un fallo muy habitual en las películas que reflejan esa época... si sacan catapultas con brazo, mal, muy mal, porque no aparecieron hasta el Bajo Imperio, en el siglo III o IV d. C.».

Las de la época que nos ocupa funcionaba con efecto tirachinas, con unos tendones que se tensaban y acumulaban energía que propulsaba la piedra. «Eran como la ballesta, de hecho en griego a la catapulta se le llamaba petrobolos y en latín ballista».




                                              Manuel Olcina. Diario Información 

miércoles, 19 de diciembre de 2018

Alicant Bay

Inconfundible silueta del Tossal de Manises



Pagina completa del tercer  tomo The  English Pilot, realizado por John Gaudy en la cual describe cartográficamente la costa de la bahía de Alicante y en la cual como dato anecdotico podemos apreciar la silueta del Tossal de Manises.
Fue impreso en Londres en Postern en Tower-Hill para W. J. Mount y J. Mount en 1747.